ENTRAMOS A LA MUESTRA





Y LLEGO EL DIA DE LA INAUGURACION...NOS PRESENTÓ EL ARTISTA PLASTICO , AMIGO Y PRESIDENTE AAPE DANILO GRASSO ... SUS PALABRAS MUY GRATAS....Y CELINA ZIMMERMAN DE LA FUNDACION...
TAMBIEN NOS ACOMPAÑO UN DUO DE MUSICA DE CAMARA: SAXO Y GUITARRA...


HECTOR GASPAR, GERALDHYNE, KARINA Y HECTOR LUIS

LOS MUSICOS


FELIPE GARCIA Y SRA, CELINA, H y G


SRA PIAGGIO Y G.


ALGUNAS SALAS...



Dos disciplinas muy distintas en procedimientos y ejecución se muestran juntas, cosa que no es común y con buenos resultados, de la mano de una artista grabadora y de un artista escultor, dando como resultado una sinfonía donde los acordes de cada obra resuenan en consonancia con la otra en absoluta armonía.

Y es donde esos puntos en común surgidos de la mezcla de técnicas, razón y subjetividad hacen que esta muestra suene al unísono como los instrumentos de ya orquesta dirigida por el espíritu que impulsa su realización.

En las esculturas, el mármol y la madera se acoplan dando sentido a formas y volúmenes-figuras- Obras donde la dureza de la piedra a la vista parece blanda, haciéndose maleable pero manteniendo su forma primigenia. Distintas temperaturas- calidez de la madera, frialdad en el mármol- Texturas, pulidos, trabajo exigente y minucioso, contrastan con lo que en lugares aparece esbozo, comienzo de la obra.

En los grabados la fuerza del trazo y los planos negros se ablandan en contrastes con los planos de color y los grandes vacíos. El color vuelve a mostrarnos distintas temperaturas emocionales, solo captadas por el ojo. Imbricaciones, superposiciones, espacios, silencios, sonidos. Tensiones juegan en equilibrio materializando texturas a las que no podemos acceder pero están presentes con la fuerza de la prensa.

Contraste-similitudes-temperaturas-llenos- vacíos- rastros- huellas dela propia historia hacen de estas obras, como diría José Saramago en La Caverna...una arqueología de los materiales y como consecuencia una arqueología humana donde quedan inmutables los rastros, el paso de los dedos, los sentimientos y el devenir del tiempo-pasado y presente- de los artistas que le dieron el soplo vital.

Para el que observa, es posible que no llegue- lleguemos a la profunda esencia de los sentimientos que impulsaron cada obra. Podemos poner en práctica el mirar con los ojos y con el cuerpo, ejercicio difícil si los hay para los humanos. Quedarnos con la belleza intrínseca de cada obra, con las texturas y los colores, los vacíos y los llenos, dejarnos conducir hacia nuestra propia subjetividad, desertando nuestras emociones y reencontrándonos con nuestras propias imágenes internas que segura, por el hecho de ser humanos, en algún punto se alinearán con los de los artistas.

PROF DANILO GRASSO

Presidente AAPE

MUSEO DE ARTE HECTOR BORLA



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